viernes, 4 de junio de 2010

Ave Fénix


Así me defino en este renacer de la mano del nuevo año que parecía tan nefasto, tan igual, tan monótono. Una vez más, me levanto con el pie derecho, río sin razón y renazco por él. Por cada vez que lo miré, al menos en una me pregunté : ¿Y cuando quiera transcribir todo esto por donde arranco? ¿Por el principio? Como veran no. Voy a contramano del mundo y no voy a dejar de hacerlo en esta ocasión. Arranco por el desenlace de esta historia que es nada más ni nada menos que : volver a nacer para volver a amar.
¿Volver a amar? NO. Amar por vez primera. Porque es la primera vez que beso con amor, que miro a través de los ojos nuevos del amor, que la piel se estremece, que la despedida fue un vacío (un verdadero vacío). Y acá va la reflexión necesaria que la edad me permite hacer: no compren la primer versión de amor que les vende cualquier pseudo poéta intento de algo. Eso no era amor, amor es esto. Amor es sentir, amor es tocar, amor somos vos y yo... bien lo dijo John Lennon.
Los miedos que nacían como los hongos, desaparecieron con su luz que quemó mi incertidumbre por completo. Ni dudas ni resabios: estoy enamorada y no saben lo lindo que se ve el mundo desde este lado...





(y con convicción digo que esta historia continuará...)




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