viernes, 17 de abril de 2009

UN AÑO DESPUES

A veces siento que no tiene sentido remontar el barrilete un año atrás solo para seguir sacando los mil y un errores que cometí; pero a veces (solo a veces) lo creo necesario para rearmarme y desarmarme una vez más, intentando ponerme un tutor para enderezarme y volver a ser Maggie... no pido una distinta, pido la de siempre (sí, con más errores que aciertos...esa!) la que reía siempre (a pesar del viento) y la que vos nunca supiste quien era porque no pudiste descubrirla. Me corrijo: no quisiste descubrirla. Ahora y solo ahora me doy cuenta del paso del tiempo, porque este mismo fuerte viento que sopla y me avisa que no queda nada porque todo te lo llevaste, también hizo que se te caiga el papel que montaste de chico poeta, el que se jacta de pensante y te vende flores sin espinas.Pasa eso me sirve el viento... no solamente para saber que ya no quedan rastros de nada, ni de amor, ni de palabras, ni siquiera fotos porque también las borró el tiempo y tus ganas; tus ganas más que el tiempo. Hoy vuelvo a nombrarte sin tristeza, sin que se me nublen los ojos ni me tiemblen las manos. No pienses que por eso te estoy dando importancia; no te equivoques. Lo que gano con esto es pisar la historia más fuerte; mirarte con los ojos sin amor ese día que la vida nos vuelva a cruzar y mostrarte que soy felíz. Porque en un año aprendí a entender, aprendí a bancar lo que nadie se imagina y sobre todas las cosas aprendí que odiarte sería el atajo más fácil que te podía ofrecer.

Acá estoy, estas son las cicatrices un año después.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sos lo mejor Maggie, me da orgullo lo que escribiste :)