lunes, 5 de enero de 2009


Algo me decía que necesitaba esto, que ahora es el momento exacto de volver a empezar; el punto de equilibrio cuerpo y alma es ahora. Y lo que me alertó de la necesidad de que esto suceda no fue cualquier voz sino la voz inquietante, a veces tonta, de mi corazón.Una voz que no acostumbro a escuchar mucho, ya que siempre me condujo por caminos que no conseguía entender.Aún así, las emociones son como caballos salvajes, y piden como tales ser oídos. Desde hace noches dejé que corriesen libres por algún campo hasta que se cansaran.Esas emociones me contaban lo bonita que hubiese sido la historia si él estuviese enamorado de ella...Porque cuando el hombre se enamora algo me dice (por sabia a los golpes) que son capaces de aprenderlo todo, y de conocer cosas que ni osaba pensar, porque el amor es la llave para la comprensión de todos los misterios.Con desvelo e incertidumbre imaginé muchas escenas de amor, hasta que asumí de nuevo el control de mis emociones. Entonces me dije a mi misma que jamás podría amar a un hombre como aquel. Porque él entendía el Universo, y todos los sentimientos humanos quedaban pequeños cuando se los veía a d i s t a n c i a .

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