miércoles, 21 de septiembre de 2011

Odiada.

Hay días en la vida en los cuales una simplemente se odia, y odia al resto. Bueno hoy es uno de ellos.
Estoy odiada con la gente que pone Primavera esto, Primavera lo otro. Festejemos el otoño tambien. Ah, no garpa no?. Desde el martes que tengo los ojos cada vez más chiquitos culpa de las flores naciendo, el polen, los ácaros, y la vida que florece. No me caen simpáticos los boludos que viven añorando el "Te acordas cuando...?" No chicos, ya esta crecimos... estamos en otra etapa y dejemos que disfruten de las boludeces que hicimos en primavera, los que tienen la edad para hacerlo.
Me molestan las contradicciones, por estos días. Pero no quiero levantar mi dedito acusador (ese por el que tantas veces me dijeron "irrespetuosa") asi que me lo fumo yo sola.
Me estoy odiando de ante mano por todos aquellos que mañana me pregunten " Que te pasó en los ojos? lloraste?" Sí, de emoción porque el tilo esta brotando en las calles. Odio a la gente que cuenta mil veces la misma historia, que le decís " Si, ya me contaste" y siguen su relato sin percatarse del detalle. Si es una persona de 90 años que tiene Alzheimer, todo bien. Pero vos con 20, sos un plomo y no hay vuelta que darle.
Hoy estoy pesimista. No se enrrosquen, ya me vino.
Punto y a parte.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Yo CREO y con eso basta



Y yo todavía con el rosario colgado con la vaga esperanza de que alguien, algo, o eso que llaman dios venga a hacer algo por el viejo. Sigo con él en el cuello, casi por cábala o no sé... quizá también porque no se a que aferrarme para creer que algo puede dar vuelta la situación. 
Quiero creer que, un"milagro" dirían los creyentes, un "giro" digo yo,  pueda dejármelo un ratito más. Quiero un mate, un abrazo, un buen chiste, verle los ojos luminosos por volverme a ver. Otra vez no me arrebaten lo que más quiero en el mundo. 
Pero no sé a quien decirle, no se a quien pedirle que me lo deje un poco más conmigo. Hoy me dijeron algo que me quedó sonando en los pasillos de terapia intensiva : " Ahora hay que esperar a que Dios se acuerde de él". ¿Ahora se viene a acordar de él?. No vengan a hablarme de los ángeles que se van al cielo, no me vengan con esos cuentos chinos para nenes de 5 años. Acá hay una realidad, y es que el viejo esta peleando porque quiere quedarse y alguien le esta arañando la espalda. No me pidan que no salga a pelear contra ese alguien que me lo quiere robar. 
¿Esperanza? Solo me acuerdo del nombre. Esperanza tiene el papá que vió nacer a su hija, que un médico dijo "Bienvenida al mundo Carolina", que escuchó el primer llanto mientras yo al lado escuchaba a un médico que decía: " Ya no hay nada por hacer". Que paradoja, ¿no?