lunes, 10 de enero de 2011

Soy jardinera de mis dilemas.


Completamente de acuerdo mi querido Drexler.  Las dudas como hermanas. Los dilemas sentados al costado de la cama. No me mal interpreten, no estoy quejándome...Me gusta tomar un café con mis dilemas, sí.
Y van a cambiar las modas, van a perder los mismos, van a venir nuevas guerras, pero ellos siempre me van a tener a tiro. Hablando de dilemas, ¿Cuándo se deja de ir a terapia?.
Que año raro fue este que pasó, demasiado tiempo desperdiciado en cosas que me quitaban pasión .-profesionalmente hablando- pero cuando llegaron esos segundos de oscuridad, volvió mi naturaleza positiva a pegarme una buena cachetada para mostrarme esa cosa linda que me trajo la vida... y que bonito es sentirse amado. Caminar de la mano con un compañero de vida, proyectar, emborracharse de utopías juntos.
Así esta fulana de nadie, tan tan tan pero tan gris llenó su paleta de colores y se convirtió en fulana de alguien. Sí, porque soy complemente suya y con mi mayor convicción.
Mi vida con veinte años. Ni tan adolescente ni tan adulta. Ni para tener hijos ni para hacerme la bebé.